Poner precio a una vivienda no es uno de los tramites para vender una casa más sencillos. Al fin y al cabo, una mala tasación puede implicar una venta por debajo del valor real del inmueble o la imposibilidad de encontrar un comprador por fijar un precio excesivamente elevado. A continuación, mostramos algunos consejos para vender un piso. Valorar el aspecto emocional La casa en la que uno ha vivido durante mucho tiempo es depositaria de multitud de recuerdos que pueden emocionar al propietario. Ahora bien, esto no le añade ningún valor a la vivienda y puede provocar que el vendedor exija una cifra demasiado elevada. Hay que entender que la visión que se tiene de una propiedad largamente vinculada a nosotros puede estar marcada por juicios subjetivos, de ahí que resulte interesante contar con tasaciones profesionales. No comparar con otros inmuebles Otra cosa que no hay que hacer para vender un piso es fijar el precio sin comprobar qué cantidades se han abonado por inmuebles similares. De este modo, el propietario puede estar exigiendo un precio que los posibles compradores saben que está fuera de mercado, lo que complica notablemente la venta. Como consejos para vender un piso, los inmuebles que cuenten con unas dimensiones relativamente similares y se sitúen a escasa distancia no deberían presentar diferencias importantes en su precio. Fotos: © Engel & Völkers Madrid No valorar el estado de la vivienda Aunque muchos propietarios son conscientes del estado de su vivienda, otros vendedores pasan por alto diferentes aspectos que los compradores sí tienen en cuenta. Si el inmueble precisa alguna reforma o parte de sus instalaciones han quedado obsoletas, el precio no puede ser el mismo que si estuviera en perfectas condiciones. Hay que pensar que los nuevos propietarios tendrán que acometer una nueva inversión económica para actualizar la vivienda, de ahí que haya que ajustar el precio de venta en consecuencia. Obviar la situación del mercado Nos encontramos en una fase expansiva en lo que se refiere al ciclo económico en general y al mercado inmobiliario en particular pero esta coyuntura puede variar en el futuro, como ha variado en el pasado. De este modo, los propietarios deben conocer cuál es la situación exacta del mercado, tomándoselo como uno más de los tramites para vender una casa. En 2013, por ejemplo, muchas viviendas en España habían experimentado caídas de hasta el 50% en su precio respecto a 2008. Fijar el precio en base a planes de futuro Otro error recurrente es el de exigir una determinada cantidad porque es la que el propietario necesita para acometer otra inversión. Los planes de futuro de los vendedores no pueden condicionar el precio de venta de una vivienda, que obedece a factores exclusivamente objetivos. Que esto sea algo que no hay que hacer para vender un piso no está reñido con intentar cerrar un acuerdo lo más lucrativo posible. Simplemente hay que evitar tensar las negociaciones con exigencias que no se ajustan a las características del inmueble o del mercado.